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25 años de compromiso y pasión por la innovación en Grünenthal
Un día de febrero de 1999, el teléfono de Guillermo Alemany sonó inesperadamente. Era un amigo cercano, compartiendo grandes noticias sobre una oportunidad para unirse a un proyecto pionero en el manejo del dolor en Grünenthal. Desde entonces, Guillermo ha sido testigo y protagonista de la evolución de Grünenthal, una empresa que no solo se dedica a la comercialización de medicamentos, sino que también lidera la investigación en este campo tan crucial.
La pasión de Guillermo por su trabajo es palpable cuando recuerda los inicios, “un tiempo de ilusión y desafío, donde ser parte de un equipo reducido pero dedicado, significaba poder marcar la diferencia en la vida de las personas”. Su orgullo es evidente al hablar de cómo Grünenthal ha contribuido a un mejor entendimiento y manejo del dolor, no solo entre los profesionales de la salud a través de formaciones y reuniones, sino también entre los pacientes y sus familias.
La visión de Guillermo y su incansable esfuerzo han ayudado a posicionar a Grünenthal como líder en el abordaje del dolor, siempre con el objetivo de concienciar sobre la importancia de tratar esta condición que afecta a casi un 25,9% de la población en España1. Su historia es un testimonio del compromiso de Grünenthal con la innovación, la formación y, sobre todo, con el bienestar de los pacientes. Y es que “cuando te llama un médico para compartir que un paciente ha mejorado gracias a un medicamento de Grünenthal, porque sabe que vas a compartir su misma alegría e ilusión, ahí te das cuenta de que “Nos centramos en el paciente”, es más que un lema para nosotros”.
Durante los últimos 25 años, Grunenthal ha sido un faro de innovación y compromiso en el tratamiento del dolor crónico. “Hemos sido testigos de una evolución en la percepción del dolor, de un mero síntoma a una enfermedad compleja que requiere un enfoque holístico y compasivo. Grunenthal ha desempeñado un papel crucial en este cambio, no solo a través de la concienciación, sino también ofreciendo soluciones terapéuticas avanzadas que se adaptan a las necesidades cambiantes de los pacientes”, destaca Guillermo.
Para Guillermo, “nuestra visión de un mundo sin dolor es más que un lema; es una aspiración que guía cada aspecto de nuestro trabajo. Profesionalmente, representa el compromiso de superar los límites de la ciencia para aliviar el sufrimiento. Personalmente, es un reflejo de nuestra empatía y dedicación para con aquellos que confían en nosotros para encontrar alivio en sus vidas”
Esta colaboración con los profesionales sanitarios ha permitido presenciar transformaciones notables; pacientes que regresan a sus vidas con gratitud y nuevas esperanzas gracias a nuestros esfuerzos. Estas historias nos motivan y nos llenan de orgullo, sabiendo que estamos haciendo una diferencia tangible en la lucha contra el dolor.
Cada testimonio de un paciente satisfecho es un recordatorio de la importancia de nuestro trabajo y del impacto positivo que podemos tener. “Esta es la esencia de nuestra visión: un compromiso inquebrantable con la innovación, la empatía y la excelencia en la atención al paciente, para hacer del mundo un lugar sin dolor”.